martes, 13 de septiembre de 2011

Metrpolitano de Cabudare no pasó prueba de seguridad

La seguridad presentada por el CD Lara para el encuentro que disputaron frente al Zamora F.C. en el estadio Metropolitano de Cabudare, se quedó corta y los desadaptados hicieron de las suyas.


Un compromiso de esta magnitud, donde ya existe un roce futbolístico entre ambas scuadras en el campo, y por otro lado la rencilla entre las barras que muchas veces se hacen llamar "hinchas" de sus clubes, se convertía en el terreno perfecto para una batalla campal.


Increíble como a estas alturas es posible que un cotejo donde hay más de 8 mil personas, exista la presencia menor a 50 policías, en realidad no llegaban a 10. Crecen nuestros jugadores, pero las organizaciones como la Federación Venezolana de Fútbol y en este caso el CD Lara siguen estancadas.


El punto que prendió fuego a todo esto, es el instante cuando el guardameta del equipo local, recibe un impacto de un objeto arrojado desde el graderío por los efervescentes adeptos al Zamora. Este objeto le hizo una herida, por lo cual debió ser vendado para poder continuar el encuentro.


Ahora viene la peor parte, el delegado de campo de la FVF presente en las instalaciones, al parecer no le pasó por la cabeza en ningún momento detener el partido y evitar su reanudación. Mientras en las gradas la batalla entre aficionados era incesante. Existía un desconcierto y nervio por parte de muchos espectadores que pretendían disfrutar de un bonito espectáculo pero realizado por los jugadores y no por el público presente.


La decisión tomada por el representante de la federación fue continuar el juego, pero sin cambiar de porterías manteniendose en la misma donde jugaron el primer tiempo, sólo cambiaron los jueces de línea, dándole la razón a los enfurecidos de las barras. Una burla total.


Los efectivos de la policía, simplemente apreciaban lo que sucedía ya que no creerán ustedes que sólo 4 personas pondrían el orden en el coso. Luego comenzaron a desprender las sillas del estadio y lanzarlas hacia el campo. Estos no son aficionados, sino personas cometiendo actos de vandalismo.


La FVF, en una oportunidad le prohibió al equipo de primera división Atlético Venezuela, actualmente disputando la segunda por su descenso, la no realización de un partido por no tener las medidas de seguridad pertinentes.


Otro caso parecido, lo tuvo El Vigía después de tener una victoria abultada ante su rival, le quitaron los puntos porque las condiciones de juego no eran las propicias para el desarrollo del mismo.


No basta con que César Farías y el grupo de talentosos jugadores que ostentamos nos lleven a un mundial, que sería algo único, se trata que tomen las medidas con este tipo de casos y sea el equipo que sea no se le permita jugar si no cumple con las medidas. Seguridad y buen espectáculo es lo que deseamos, que el hombre de familia pueda llevar a sus hijos al estadio sin tener miedo a lo que pueda ocurrir por no tomar precausiones.


Crezcan como ente rector del fútbol en esta nación y no simplemente para programar juegos amistosos con naciones que no existen.





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